Artist: | Manuel Acuña (Español) |
User: | TrovanueL |
Duration: | 130 seconds |
Delay: | 0 seconds |
Chord names: | Default |
Abusive: | |
Comment: | - |
NOCTURNO A ROSARIO
Manuel Acuña
Saltillo, México 1849, 1873
Transcrita por TrovanueL
¡Pues bien!
yo necesito decirte que te adoro
decirte que te quiero
con todo el corazón
Que es mucho lo que sufro
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto
al grito que te imploro,
Te imploro y te hablo en nombre
de mi última ilusión.
Yo quiero que tu sepas
que ya hace muchos días
estoy enfermo y pálido
de tanto no dormir;
Que ya se han muerto todas
las esperanzas mías,
que están mis noches negras
tan negras y sombrías,
Que ya no sé ni dónde
se alzaba el porvenir.
De noche, cuando pongo
mis sienes en la almohada
y hacia otro mundo quiero
mi espíritu volver,
Camino mucho, mucho
y al fin de la jornada
las formas de mi madre
se pierden en la nada
Y tú de nuevo vuelves
en mi alma a aparecer.
Comprendo que tus besos
jamás han de ser míos,
comprendo que en tus ojos
no me he de ver jamás,
Y te amo y en mis locos
y ardientes desvaríos
bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos,
Y en vez de amarte menos
te quiero mucho más.
A veces pienso en darte
mi eterna despedida
borrarte en mis recuerdos
y hundirte en mi pasión
Mas si es en vano todo
y el alma no te olvida,
¿Qué quieres tú que yo haga
pedazo de mi vida?
¿Qué quieres tú que yo haga
con este corazón?
Y luego que ya estaba
concluído tu santuario,
tu lámpara encendida
tu velo en el altar
El sol de la mañana
detrás del campanario
chispeando las antorchas
humeando el incensario,
Y abierta allá a lo lejos
la puerta del hogar...
¡Qué hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo,
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
Tú siempre enamorada
yo siempre satisfecho,
los dos una sola alma
los dos un solo pecho,
Y en medio de nosotros
mi madre como un Dios!
¡Figúrate qué hermosas
las horas de esa vida!
¡Qué dulce y bello el viaje
por una tierra así!
Y yo soñaba en eso, mi santa prometida;
y al delirar en ello
con alma estremecida
Pensaba yo en ser bueno
por tí, no mas por ti.
¡Bien sabe Dios que ese era
mi mas hermoso sueño,
mi afán y mi esperanza
mi dicha y mi placer;
Bien sabe Dios que en nada
cifraba yo mi empeño,
sino en amarte mucho
bajo el hogar risueño
Que me envolvió en sus besos
cuando me vio nacer!
Esa era mi esperanza...
mas ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡Adiós por la vez última
amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas
la esencia de mis flores;
Mi lira de poeta, mi juventud, adiós!